Prepara la base de la tarta de frutos rojos. Para ello, tritura las galletas con un robot de cocina o metiendo las galletas troceadas en una bolsa de plástico y pasando un rodillo por encima hasta hacerlas migas.
Truco: Elige las galletas que más te gusten, pueden ser de canela, jengibre, avena, tipo oreo o la que tengas por casa.

Funde la mantequilla en el microondas y mezcla con las migas de galletas hasta conseguir una pasta.

Engrasa un molde desmontable redondo de unos 22-24 cm y pon la base de galletas en el fondo. Aprieta con las manos las galletas para que queden bien adheridas a la base. Reserva en la nevera.

Precalienta el horno a 150 ºC. En un bol amplio, coloca el queso fresco, la nata, la maicena, los huevos y el azúcar; mezcla bien. Puedes utilizar las varillas de una batidora eléctrica, pero bate solo hasta que estén integrados los ingredientes.

Saca el molde de la nevera y vierte con cuidado la mezcla de queso. Hornea a 150 ºC con calor arriba y abajo durante 45 minutos. Pasado el tiempo, apaga el horno y deja que la tarta se enfríe en su interior o, por lo menos, déjala dentro del horno apagado otros 45 minutos. Saca la cheesecake de frutos del bosque y guárdala en la nevera por al menos 4 horas para que enfríe.

A la hora de servir, decora con el coulis de frutos rojos por encima y con los frutos rojos frescos. Si no tienes coulis de frutos rojos, puedes prepararlo en la receta del enlace o usar mermelada. Calienta la mermelada con una cucharada de agua en el microondas y estará lista para usar.

Si te queda cheesecake de frutos rojos, resérvala en la nevera hasta cuatro días como máximo. ¡Disfruta!
Si te ha gustado la receta y la haces, envíanos una foto. También te invito a que visites mi blog Cakes para ti.


Publicar un comentario