Pon el agua templada en un vaso, desmenuza la levadura y añádela al agua. Remueve muy bien hasta que quede disuelta. Pon la harina en un bol amplio con la cucharadita de sal, mezcla. Haz un hueco en el medio de la harina y, en él, añade el aceite y la mezcla de la levadura. La harina de fuerza es uno de los ingredientes claves para lograr una masa de pizza esponjosa, haz clic en el enlace para saber Qué es la harina de fuerza y para qué se utiliza.
Truco: Los italianos utilizan harina 00 para preparar la masa para pizza. Puedes usar esa (y dejarla más tiempo fermentando) o harina 000.

Remueve todo y mezcla, ve amasando hasta que queden todos los ingredientes integrados en forma de masa. Saca la masa a la encimera (previamente enharinada) y continúa amasando durante 8-10 minutos. Ha de quedar una masa compacta y que ya no se pegue en las manos.
Truco: Amasa tomando los dos extremos de la masa, estirándola y doblándola en sí misma varias veces para que se llene de aire.

Forma una bola con la masa de pizza y déjala reposar unos 45 minutos o una hora, tapada con un paño.
Truco: Si tienes tiempo, lo ideal es dejarla reposar esta masa de pizza con levadura fresca al menos unas 24 horas en el refrigerador.

Cuando haya pasado el tiempo, retira el paño. Verás que la masa de pizza fácil habrá duplicado su volumen.

Saca la masa de pizza casera del bol y amásala unos minutos dobándola en sí misma haciendo pliegues con ella.

Con esta cantidad de masa, tendrás para preparar dos pizzas caseras. Córtala por la mitad, coge una de las mitades y amásala. Ve estirando la masa de la pizza italiana en la encimera hasta dejarla del grosor que te guste. Hornéala con el horno precalentado al máximo durante unos 6-15 minutos (o hasta que esté dorada). Sácala y añade los ingredientes para que puedas terminar de hornearla. ¡Disfruta!
Truco: Estira la masa lenta y suavemente para que no pierda aire.


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