Limpia meticulosamente las patas de pollo. Para saber cómo limpiar patas de pollo, introduce las patas en un cazo con agua hirviendo durante 11 segundos. No dejes que pasen demasiado tiempo en el agua o la piel quedará adherida y no podrás sacarla con facilidad. Saca la piel y, ahora sÃ, déjalas cociendo en agua con sal durante 30 minutos. Resérvalas.

Prepara una olla a presión con un buen chorro de aceite. Corta el puerro, la zanahoria, la cebolla y pela el ajo. Introdúcelos en la olla cuando el aceite esté caliente.
Truco: No te preocupes tanto por cómo hayas cortado las verduras, después habrá que triturarlas.

Rehoga las verduras durante 5 minutos y añade el vino. Deja cocer 2 minutos y, a continuación, agrega el tomate y sofrÃe 2 minutos mas. Es importante que el tomate esté pelado para que después, al triturar, no quede piel.

Remueve para que cueza bien, esta salsa tiene que quedar algo espesa, puesto que debe acompañar a las patas de pollo cocidas y es un modo de añadir consistencia al plato.

Agrega 2 vasos de agua al sofrito y tapa la olla, dejando que cueza 5 minutos a partir de que empiece a salir el vapor por la válvula. Baja a fuego medio. Si no utilizas olla a presión, puedes dejar que cueza un poco más (al menos 15 minutos). La zanahoria debe quedar blanda para que en la salsa no salgan trozos duros.

Transcurrido este tiempo, tritura para formar la salsa de tomate y verduras. Esta debe de quedar suave, lisa y sin grumos, con una textura similar a la de una crema ligera. Añádele sal, pimienta, romero y laurel. Introduce las patas de pollo y mézclalas con la salsa en la olla. Remueve y deja cocer por 5 minutos dejando la tapa entreabierta.

Asà han quedado nuestras ricas patas de pollo en salsa. Puedes acompañarlas con un poco de pan casero para saborear.


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