Limpia el conejo y córtalo en trozos o pide que te hagan esto en la carnicería. Añade sal y pimienta a la carne y pon en un plato aparte harina.
Pasa los trozos de conejo por la harina. Luego, calienta la cazuela a fuego medio con un buen chorro de aceite de oliva, añade los trozos de conejo y dóralos.
Pela los ajos y prepara la hoja de laurel y las hojas de tomillo o romero. Estos ingredientes aportarán mucho sabor al conejo guisado a la cazuela, pero recuerda que puedes eliminarlos si lo prefieres.
Una vez dorados los trozos de conejo, incorpora los ajos, las hojas de laurel y el tomillo o romero, añade el vino blanco y deja cocinar unos minutos para que se evapore el alcohol.
Vierte el caldo, que puede ser caldo de carne o de pollo. Si no tienes caldo, puedes prepararlo con una pastilla de caldo de pollo o carne. Deja cocinar el conejo a la cazuela durante 30 minutos.
Aparte, limpia las setas y córtalas en trozos. Saltéalas en una sartén con un poco de aceite y, una vez doradas, apaga el fuego. En otra sartén con abundante aceite fríe las patatas cortadas en cuadrados.
Pasados unos 20 minutos, agrega las setas y deja que se cocine todo junto unos 10 minutos más. Prueba de sal y rectifica si es necesario.
Truco: si ves que la salsa queda muy líquida, coge un poco de agua o caldo caliente, disuelve una cucharada de harina y échalo al conejo guisado, así quedará una salsa más espesa.
Si está tierno el conejo, añade las patatas, deja 5 minutos más para que se cocine todo y apaga el fuego. Si te gusta el conejo muy tierno, entonces déjalo un rato más cocinando. Sirve y disfruta de esta receta de conejo a la cazuela con setas y patatas, un plato que perfectamente puedes preparar de un día para otro.
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